Ir al contenido principal

BLOG.

KILÓMETRO PERDIDO.

 ¿Cómo empezó todo?
Todo empezó sin haberlo pensado y en realidad, creo que es la mejor forma para empezar algo. Para desahogarme comencé a escribir en un cuaderno sobre lo que me pasaba, sobre lo que pensaba, pero nada más. Hasta que algunas personas me dijeron que me creara un blog y pues por el aburrimiento de una tarde lo creé y aquí estamos.

 ¿De qué trata?
Pues trata sobre todo y sobre nada, ya que trato muchos temas y variados aunque muchas de las veces suelo hablar sobre la autoestima o el amor, como ya veréis soy una enamorada del amor.

¿Finalidad?
La finalidad de este blog es entretener prácticamente, me parece bien entretenerse leyendo cosas. Aunque también me gustaría que mis textos sirvieran de ayuda para algunas personas. Eso es lo que quiero, ayudar a personas que lo están pasando mal y no ven nada más allá del ahora, también para aquellos enamorados o desenamorados o para cualquiera que quiera leer.

Secciones.
Cada mes tenemos distintas secciones, varían. Aunque debo ser sincera y deciros que con los estudios últimamente tengo muy poco tiempo, pero trato de llevar todo al día.
Este blog es conocido por sus relatos, escritos por mi (podréis comprobar al leerlos que no son perfectos y que les falta mucho para ser bueno, pero a mi me encanta escribir y amo compartirlo con vosotros). Estos relatos, se publican los domingos, su sección se llama #DomingodeRelato, aunque si queréis leer todos los que tengo podéis hacerlo desde Wattpad en la cuenta KmPerdido.

Contacto.
 -Correo electrónico: sonpensamientosadoles@gamil.com
 -Twitter: @KmPerdido
También a través de un comentario.
---------------------------------------------------------------------------------------
Cuentas personales:
-Twitter: @Patry6_6
-Instagram: patryff

Siempre sois bien recibidos mis perdidos lectores.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las cosas que nunca te dije.

Hoy vengo a decirte aquellas cosas que nunca te dije, tal vez no lo hice por miedo o tal vez por vergüenza, quien sabe. Hay tantas cosas que no llegamos a hacer. Tal vez debería haberte dicho más veces que te apoyaba en esas decisiones tan locas y repentinas que tomabas sin ton ni son y que al rato volvías a cambiar de opinión. Tal vez debería haberte dicho que te quería, o que te quiero, que tuvieses más cuidado con lo que hacías, porque en algún momento la cosa acabaría mal. Debería de haber dejado que te fueras a la primera de cambio, debería haberme ido cuando todo comenzó a hundirse. Tal vez debería haberte dicho que tenía una fe ciega en ti, puede que no te hubieras dado cuenta, porque tú eres tan tuyo que no prestas atención al resto, que no te fijas en los pequeños detalles que se convierten en únicos. Tal vez debería haberte dicho que no te quería para que te fueras. Debería haberte dicho que odiaba esas manías tuyas, esos chistes sin sentido y que nunca venían a cuento.

El contexto.

Y  a veces no nos enamoramos de una persona en sí; si no de un contexto, de las circunstancias. De que esa persona aparezca justo en el momento en el que debemos ser salvados. Justo cuando estamos al borde del precipicio, con un pie fuera y otro dentro, a punto de caer al vacío, de perderte. Entonces esa persona llega a tu vida, con una simple sonrisa y te hace pensarte mejor las cosas. Hace todo lo que esté en su mano para poder ayudarte, para que seas tú realmente, porque esa persona quiere conocerte en todas las situaciones de tu vida, de tu día a día: feliz, riendo, bailando cuando crees que nadie te ve, cantando como una loca, tu cara cuando te da besos en el cuello, tu cara de tonta al mirarle, tu risa de niña pequeña cuando te hace cosquillas, como te maquillas (aunque te diga que estás mejor sin maquillaje), lo tranquila que estas mientras duermes y lo mala cuando te enfadas, como te pasas media hora en la ducha bajo el grifo con los ojos cerrados pensando en tus cosas, lo fea

LA VENGANZA ESTÁ ECHADA. Capítulo 2.

El día pasaba muy lento, cada pocos minutos miraba el reloj y  las clases se me hacían eternas, los minutos se dejaban caer como de un cuentagotas menos mal que a última no hay profesor y me podré ir antes a mi casa. -¿Qué tal llevas tu primer día como chica diferente?-dijo Paula mientras me abrazaba por la espalda mientras íbamos por el pasillo. -Bueno, no está mal, los profesores me miran como si fuera un alíen, y además más de uno me ha estado soltando una charla, de cómo he cambiado físicamente y de que este gran cambio en mi, puede suponer bajar mi media, pero bien.-dije riéndome. -¿Tienes hambre? Porque yo me muero, mi estómago ruge, literalmente-dijo y comenzó a reírse con esa risa de loca tan contagiosa- He tenido ahora entrenamiento, estamos ensayando mucho, a lo mejor nos presentamos a un "concurso"-dijo Paula mientras nos  encaminamos hacia el comedor, nos quedaban otras tres pesadas horas de clase por delante, para que este  precioso día de instituto acaba