Ir al contenido principal

Entradas

Otoño.

Otoño, para liberar las hojas muertas, para terminar de matar tus miedos, una nueva oportunidad para cumplir tus sueños. Hojas en el suelo, luvia, frío, tardes de café caliente, mañanas de paseo bajo la niebla. Dicen que la primavera es la estación del amor, yo quiero que el otoño sea la nuestra, que tal vez no somos como todos, que no somos perfectos, pero te quiero mío, te quiero nuestro, te quiero en otoño, para demostrarte que no fuimos un solo verano.
Entradas recientes

No todo es tan bonito.

Él se encerraba en sí mismo,  intentando controlar sus demonios, mostrando tranquilidad, normalidad, aunque estaba loco, loco de remate por amarte. Que injusta fuiste, decidiste marcharte en el mejor de los momentos. No diste explicaciones, tan solo un adiós, no echaste ni una mirada a tu pasado. Desde entonces dejaste de ser su droga, ha preferido pasarse a otras, de las que colocan. No como tú, que desordenabas todo. Él quería un todo contigo, tú le enseñaste que no todo es tan bonito.

"Noesta"

Noesta, desde que tu te fuiste ya no existe la siesta, porque me recuerda a ti, a nosotros. Momentos vacíos, momentos tontos, momentos nuestros. Desde que tú no estas todo es diferente, las ganas me pueden, los días son más grises y quererte, quererte ya no es suficiente. Que a momentos te quiero y a ratos te odio, que te necesito, pero no te creas imprescindible, que todo son rachas. Y aquí estoy yo, pensando que no estás, que si estuvieras todo sería distinto, más bonito. No estás y el mundo se me cae encima. Siestas de dormir uno encima del otro.

La mortecina luz de la farola.

Se sujetaban las manos como si en ello les fuera la vida, bajo la mortecina luz de la farola que se colaba por una triste rendija de la ventana  y escondía todos sus defectos, sus sentimientos. Trataban de esconder sus miradas para que no se encontraran,  cada vez que lo hacían sus pupilas se dilataban,  se perdían.  Eran tan intensos,  tan opuestos, y a la vez tan cobardes,  ninguno era capaz de dar el paso,  temían hacerse daño,  por precaución decidieron mantenerse cautos. Tan solo se amaban a escondidas y en silencio,  aunque a veces lo hacían demasiado callados,  porque ni siquiera el otro se daba cuenta de sus sentimientos, aunque a veces lo gritaran a los cuatro vientos.  Ese fue su error,  pensar que sentir era malo y esconderlo,  se traicionaron el uno al otro intentando mantenerse cuerdos,  mantenerse a salvo,  pero ninguno de ellos lo consiguió.  Únicamente quedó como testigo de ese amor fallido  la mortecina luz de la farola q

Si me das tiempo.

Tal vez si me das tiempo, me quede un rato más.  Si me das un poco más de tiempo, tal vez llegue a quererte, a decirte que nada es para siempre,  que todo tiene un fin.  Si me das tiempo, prometo quedarme todas las madrugadas contigo, hablando de nada, haciendo de todo. Que las noches dejaran de ser menos frías, los despertares menos duros. Si me das tiempo,  te prometo hacerte de rabiar cada día, no decirte mentiras,  susurrarte al oído tonterías. Los principios son duros, la paciencia escasea  y las ganas no siempre lo son todo. Prometo quedarme, pero, solo si me das tiempo.

A veces es bueno arriesgarse.

Creemos que todo el mundo es igual y que únicamente aparecen en nuestra vida para hacernos daño. Eso no es cierto, no todo el mundo tiene esas intenciones, a veces aparecen ciertas personas en nuestra vida para romper esas capas que nos hemos ido echando encima tratando de aislarnos. Será esa persona la que comience a desnudarnos de todas ellas, para encontrarnos a nosotros mismos, para enseñarnos que no todo el mundo es igual, para hacernos reír como si volviéramos a ser niños pequeños, para encontrar la vida diferente, para verla desde distintas perspectivas; para sentirnos nosotros mismos y no incomodarnos por ello.  Pensamos que la gente que nos rodea ya nos conoce, pero no es así, siendo sinceros tampoco lo hacemos nosotros mismos. Tenemos miedo a que nos hagan los mismo, que volvamos a pasar por lo de antes, que nos rompan y nos abandonen, como un niño que abandona su juguete, cuando se hace mayor y ya no quiere ni verle. Ese es nuestro temor; que aparezca alguien que cam

Heridas.

Dicen que quien te quiere no te daña,  que triste que nosotros acabáramos llenos de heridas.  Con el tiempo todo cambia, nada es igual,  pero yo sigo aquí,  llena de heridas a medio cerrar.  Yo actuaba como si tú fueras todo,  tú en cambio me mirabas como si nada.  Triste resultado de un amor aletargado,  queríamos comernos el mundo y este terminó por devorarnos. Queríamos un todo,  todo acabó en nada. De no querer separarnos a no querer vernos,  ¿cómo cambian las cosas, verdad?  Qué estúpidos fuimos,  cambiamos las noches de dos por noches solitarias;  cambiamos tantas cosas que ya ni nos conocemos. Hay heridas que nunca sanan del todo,  las tuyas decidí curarlas con ron,  coserlas con las agujas del reloj.  Hay heridas que dejan marcas que luego mostramos orgullosos, tú eres esa cicatriz que valió la pena; yo soy esa tonta que te protegió de tantos rasguños.