Creemos que todo el mundo es igual y que únicamente aparecen en nuestra vida para hacernos daño. Eso no es cierto, no todo el mundo tiene esas intenciones, a veces aparecen ciertas personas en nuestra vida para romper esas capas que nos hemos ido echando encima tratando de aislarnos.
Será esa persona la que comience a desnudarnos de todas ellas, para encontrarnos a nosotros mismos, para enseñarnos que no todo el mundo es igual, para hacernos reír como si volviéramos a ser niños pequeños, para encontrar la vida diferente, para verla desde distintas perspectivas; para sentirnos nosotros mismos y no incomodarnos por ello.
Pensamos que la gente que nos rodea ya nos conoce, pero no es así, siendo sinceros tampoco lo hacemos nosotros mismos. Tenemos miedo a que nos hagan los mismo, que volvamos a pasar por lo de antes, que nos rompan y nos abandonen, como un niño que abandona su juguete, cuando se hace mayor y ya no quiere ni verle.
Ese es nuestro temor; que aparezca alguien que cambie nuestro mundo y que al principio haga que todo sea perfecto, para que después se le caiga la máscara y que haga como aquella persona que te destrozó en su momento, pero tal vez no todo el mundo es igual.
Hay personas buenas y también las hay malas, no todo el mundo quiere destruirte, es difícil confiar cuando ya te han roto, pero merece la pena arriesgarse de vez en cuando.
Comentarios
Publicar un comentario