Dicen que quien mucho se ausenta, pronto deja de hacer falta, tal vez tengan razón. No podemos creernos necesarios o irreemplazables , porque lo eres, sí, lo somos. Todos y cada uno de nosotros somos reemplazables, quizá no del mismo modo o de la misma manera, pero lo somos. Somos tan sumamente engreídos, egocéntricos y estúpidos, que creemos que porque una persona nos quiera va a aguantar todo lo que le echemos. Obviamente que no, el amor es ciego, claro que sí. Porque a pesar del daño que nos hagan, vamos a seguir a pie de cañón defendiendo con una fe ciega a esa persona que queremos. El amor es ciego, pero no tonto, en algún momento de la historia a esa persona se le caerá la venda. Y dejará de tropezar con la misma piedra, pondrá las cartas sobre la mesa y en ti estará la decisión de seguir con el mismo juego o dejar de ser tan capullo. Quien mucho se ausenta pierde grandes cosas, momentos que podría haber vivido, personas... Pero es tan egoísta por tú parte pensar solamente en...
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