Hoy vengo a decirte aquellas cosas que nunca te dije, tal vez no lo hice por miedo o tal vez por vergüenza, quien sabe.
Hay tantas cosas que no llegamos a hacer.
Tal vez debería haberte dicho más veces que te apoyaba en esas decisiones tan locas y repentinas que tomabas sin ton ni son y que al rato volvías a cambiar de opinión. Tal vez debería haberte dicho que te quería, o que te quiero, que tuvieses más cuidado con lo que hacías, porque en algún momento la cosa acabaría mal.
Debería de haber dejado que te fueras a la primera de cambio, debería haberme ido cuando todo comenzó a hundirse. Tal vez debería haberte dicho que tenía una fe ciega en ti, puede que no te hubieras dado cuenta, porque tú eres tan tuyo que no prestas atención al resto, que no te fijas en los pequeños detalles que se convierten en únicos.
Tal vez debería haberte dicho que no te quería para que te fueras. Debería haberte dicho que odiaba esas manías tuyas, esos chistes sin sentido y que nunca venían a cuento. Esa risa, esas cosquillas...
La verdad es que debería haberte dicho tantas cosas que ahora mismo me arrepiento de no haberlo hecho.
¿Por qué nos volvemos tan idiotas? Y tan callados cuando lo que debemos hacer es decir las putas cosas a la cara y dejarnos de tanto cuento y tanta tontería.
Sé que debería haberte dicho muchas cosas que me callé, porque de nada servía decirlo. Pero si tienes algo que decir hazlo, más vale hablar a tiempo y cagarla que tener la sensación de "¿Qué hubiera pasado si hubiera hablado?". Esa es una de las peores sensaciones que puedes llegar a tener, porque es una tortura constante.
Las cosas que nunca te dije, las guardo en un pequeño cajón guardadas en lo más profundo de mi ser, para que nadie las llegue a encontrar y para poder decírtelas si algún día nos volvemos a ver.
Hay tantas cosas que no llegamos a hacer.
Tal vez debería haberte dicho más veces que te apoyaba en esas decisiones tan locas y repentinas que tomabas sin ton ni son y que al rato volvías a cambiar de opinión. Tal vez debería haberte dicho que te quería, o que te quiero, que tuvieses más cuidado con lo que hacías, porque en algún momento la cosa acabaría mal.
Debería de haber dejado que te fueras a la primera de cambio, debería haberme ido cuando todo comenzó a hundirse. Tal vez debería haberte dicho que tenía una fe ciega en ti, puede que no te hubieras dado cuenta, porque tú eres tan tuyo que no prestas atención al resto, que no te fijas en los pequeños detalles que se convierten en únicos.
Tal vez debería haberte dicho que no te quería para que te fueras. Debería haberte dicho que odiaba esas manías tuyas, esos chistes sin sentido y que nunca venían a cuento. Esa risa, esas cosquillas...
La verdad es que debería haberte dicho tantas cosas que ahora mismo me arrepiento de no haberlo hecho.
¿Por qué nos volvemos tan idiotas? Y tan callados cuando lo que debemos hacer es decir las putas cosas a la cara y dejarnos de tanto cuento y tanta tontería.
Sé que debería haberte dicho muchas cosas que me callé, porque de nada servía decirlo. Pero si tienes algo que decir hazlo, más vale hablar a tiempo y cagarla que tener la sensación de "¿Qué hubiera pasado si hubiera hablado?". Esa es una de las peores sensaciones que puedes llegar a tener, porque es una tortura constante.
Las cosas que nunca te dije, las guardo en un pequeño cajón guardadas en lo más profundo de mi ser, para que nadie las llegue a encontrar y para poder decírtelas si algún día nos volvemos a ver.
Comentarios
Publicar un comentario