Y a veces no nos enamoramos de una persona en sí; si no de un contexto, de las circunstancias. De que esa persona aparezca justo en el momento en el que debemos ser salvados. Justo cuando estamos al borde del precipicio, con un pie fuera y otro dentro, a punto de caer al vacío, de perderte. Entonces esa persona llega a tu vida, con una simple sonrisa y te hace pensarte mejor las cosas. Hace todo lo que esté en su mano para poder ayudarte, para que seas tú realmente, porque esa persona quiere conocerte en todas las situaciones de tu vida, de tu día a día: feliz, riendo, bailando cuando crees que nadie te ve, cantando como una loca, tu cara cuando te da besos en el cuello, tu cara de tonta al mirarle, tu risa de niña pequeña cuando te hace cosquillas, como te maquillas (aunque te diga que estás mejor sin maquillaje), lo tranquila que estas mientras duermes y lo mala cuando te enfadas, como te pasas media hora en la ducha bajo el grifo con los ojos cerrados pensando en tus cosas, lo fea que te pones cuando lloras...
Estamos con muchísimas personas a lo largo de nuestra vida, pero con personas así somos, somos nosotros mismos en todos los aspectos, sin miedos.
Puede que quizás necesitemos a alguien que nos haga ver que los domingos no son tan aburridos y los lunes tan malos como vagos, que nos proteja de los monstruos que hay en las películas de miedo, que nos muestre la vida desde otra perspectiva, sin filtros.
Y no necesitas a alguien que te quiera mucho, si no a alguien que te quiera bien, de verdad y que sepa demostrártelo, no poniendo un "TÚ Y YO A 3MSC" en un puente o declarándote amor eterno o buscar a tu autor favorito o viajar donde tú estés o meterse en problemas por ti o cualquier tontería típica de películas o libros, tú necesitas a alguien que te haga sonreír con una simple palabra, que te haga sentir de todo sin tocarte.
Algunas veces, es necesario irse del lugar en el que estas, para saber si realmente estabas; pero otras veces solo necesitas a alguien para poder encontrarte a ti mismo.
Estamos con muchísimas personas a lo largo de nuestra vida, pero con personas así somos, somos nosotros mismos en todos los aspectos, sin miedos.
Puede que quizás necesitemos a alguien que nos haga ver que los domingos no son tan aburridos y los lunes tan malos como vagos, que nos proteja de los monstruos que hay en las películas de miedo, que nos muestre la vida desde otra perspectiva, sin filtros.
Y no necesitas a alguien que te quiera mucho, si no a alguien que te quiera bien, de verdad y que sepa demostrártelo, no poniendo un "TÚ Y YO A 3MSC" en un puente o declarándote amor eterno o buscar a tu autor favorito o viajar donde tú estés o meterse en problemas por ti o cualquier tontería típica de películas o libros, tú necesitas a alguien que te haga sonreír con una simple palabra, que te haga sentir de todo sin tocarte.
Algunas veces, es necesario irse del lugar en el que estas, para saber si realmente estabas; pero otras veces solo necesitas a alguien para poder encontrarte a ti mismo.
Comentarios
Publicar un comentario