El para siempre, siempre termina, ¿por qué promesas absurdas?
Nada es para siempre, y no puedes pedir lo eterno a un simple mortal. Todas esas promesas, todos los recuerdos, esos momentos se borrarán de nuestras memorias con el paso del tiempo. Aunque nos hagamos los locos, no podemos seguir negando lo evidente; todo, tarde o temprano llega a su fin; la vida, el café, las conversaciones, los cigarros, las tristezas, las alegría...
Y aunque lo neguemos haciéndonos promesas del mundo es nuestro, de que estaremos juntos por siempre, esas promesas se romperán y no se cumplirán, porque nada es para siempre. Y aunque me cueste asumirlo, se que es verdad, me he vuelto realista y he abierto los ojos a la vida real. Han intoxicado mi imaginación con la realidad...
Nada es para siempre, y no puedes pedir lo eterno a un simple mortal. Todas esas promesas, todos los recuerdos, esos momentos se borrarán de nuestras memorias con el paso del tiempo. Aunque nos hagamos los locos, no podemos seguir negando lo evidente; todo, tarde o temprano llega a su fin; la vida, el café, las conversaciones, los cigarros, las tristezas, las alegría...
Y aunque lo neguemos haciéndonos promesas del mundo es nuestro, de que estaremos juntos por siempre, esas promesas se romperán y no se cumplirán, porque nada es para siempre. Y aunque me cueste asumirlo, se que es verdad, me he vuelto realista y he abierto los ojos a la vida real. Han intoxicado mi imaginación con la realidad...
Comentarios
Publicar un comentario