Si no vas a amar sus demonios, no intentes sacarla del infierno. Y es que solo con mirarla, descubrirás que es un desastre, un puto huracán que arrasa con todo a su paso, que no se para ante nada, es un tifón inevitable que se lleva todo por delante, que no piensa si algo de lo que hace o dice dolerá a alguien.
Es un gran laberinto, un laberinto en el que muchos han intentado entrar, llegar al final; pero ninguno lo ha conseguido, nadie ha encontrado la salida, por eso tuvieron que retomar el camino de vuelta, pero ninguno de ellos ha conseguido salir ileso.
Ella, se siente tan fría que hasta ella misma tirita del propio frío que desprende.
Todavía recuerda cuando él la decía que no quería perderla, que era muy importante para él, cuando decías que ella era solo tuya, como tú completamente de ella. Al fin y al cabo solo fueron eso, palabras que se fueron borrando con el tiempo. Y es que juntos se mataban a besos, a caricias, a mentiras; pero separados se morían.
Por eso ella pasó a las noches de insomnio, a las lágrimas y a un corazón roto, tiene todas esas ojeras, supongo, que porque todos los recuerdos la vinieron de golpe, de hostia y de frente, con esa sonrisa quiere pasar desapercibida, pero lo que muchos no saben es que tras esa sonrisa se esconden muchas mentiras.
Ella le dijo que solamente existía porque él estaba y tenía razón, ya que ahora el no está, ella vive, pero vive sin existir. Y es que entre sus brazos tal vez no llegó a encontrar su lugar en el mundo, pero lo que sí encontró fue el silencio que sus fantasmas necesitaban para callarse.
Es un gran laberinto, un laberinto en el que muchos han intentado entrar, llegar al final; pero ninguno lo ha conseguido, nadie ha encontrado la salida, por eso tuvieron que retomar el camino de vuelta, pero ninguno de ellos ha conseguido salir ileso.
Ella, se siente tan fría que hasta ella misma tirita del propio frío que desprende.
Todavía recuerda cuando él la decía que no quería perderla, que era muy importante para él, cuando decías que ella era solo tuya, como tú completamente de ella. Al fin y al cabo solo fueron eso, palabras que se fueron borrando con el tiempo. Y es que juntos se mataban a besos, a caricias, a mentiras; pero separados se morían.
Por eso ella pasó a las noches de insomnio, a las lágrimas y a un corazón roto, tiene todas esas ojeras, supongo, que porque todos los recuerdos la vinieron de golpe, de hostia y de frente, con esa sonrisa quiere pasar desapercibida, pero lo que muchos no saben es que tras esa sonrisa se esconden muchas mentiras.
Ella le dijo que solamente existía porque él estaba y tenía razón, ya que ahora el no está, ella vive, pero vive sin existir. Y es que entre sus brazos tal vez no llegó a encontrar su lugar en el mundo, pero lo que sí encontró fue el silencio que sus fantasmas necesitaban para callarse.
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