-Odi, ¿eres tú?
-No, soy un ladrón, me he encontrado a tu hija volviendo del
instituto y le he robado las llaves y así poder entrar en la casa sin causar
desperfectos.-dije mientras me dirigía a la cocina.
-Tienes ensalada en la nevera.-dijo mi madre asomando la
cabeza por el arco que hay en la isla.
-Oh, que manjar.-dije irónicamente.
-Esta buena, ya verás.-dijo mientras la sacaba de la nevera
y lo servía en un plato.
-Que tú estés a dieta no significa que lo esté yo.
-Voy a empezar a hacer deporte, quiero estar en forma.-dijo
sentándose a mi lado.
-Vale, puedes venir a correr conmigo y al parque a hacer
ejercicios.-hice un pequeña pausa y continué- pero a cambio me harás ahora una
comida rica.
-Eso es una comida rica.-dijo seria.
-No, la lechuga sabe a verde, no me gusta.
-Cómetelo.
-Pues no te vienes a hacer deporte conmigo.
-Eso es chantaje.-dijo enfadada.
-Puede.
-Pues ya iré a hacerlo sola.-dijo saliendo de la cocina.
Después de mi asquerosa comida fui a ver a mi bebé, es un
gatito negro con los ojos azules. Se llama Nemo, es que era mi película
favorita de pequeña.
-Maaaaaa.-dije alargando
la "a", bajando las escaleras.-Me voy, he quedado con Colin.
-Ten cuidado, no llegues tarde, tenemos que ir a hacer
deporte.-dijo desde el salón.
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