Colin es todo lo contrario a Ethan, ambos son muy cariñosos
y protectores conmigo. Aunque les conocí de maneras muy diferentes, Ethan es mi
vecino desde que yo tenía diez años, en cambio a Colin, le conocí hace ya casi
cuatro años.
La gran diferencia entre ellos, es que Ethan está con muchas
chicas, es muy chulo y bastante prepotente con casi todo el mundo, excepto
conmigo, porque yo sé realmente su historia y sé que esa prepotencia se debe a
que en el colegio siempre se habían metido con él y así con esa prepotencia,
aunque no lo parezca se gana a la gente. Colin, es muy tranquilo, es tímido y
le cuesta coger confianza con las personas, pero cuando lo hace es la mejor
persona que puedes encontrar.
Conocí a Collin en la biblioteca, me preguntó si podía
sentarse a mi lado, me pareció gracioso, el chaval estaba rojo de vergüenza y
pues yo le hice pasar más vergüenza, empecé a "ligar" con él, era muy
tímido y su cara estaba muy roja, cuando no pude más empecé a reírme en alto y
la pesada de la bibliotecaria nos echo.
-Bueno, ¿cómo te llamas?-le dije en la puerta de la
biblioteca.
-Co…Colin…-dijo tartamudeando.
-No creas que estaba intentando ligar contigo, es que me ha
hecho gracia que quisieras sentarte a mi lado.-dije cuando empecé a andar.
-Lo sabía…-dijo, ¿apenado?
-Bueno, me llamo Odet, ¿te vas a quedar ahí parado o vienes
a por un batido?-dije y él me siguió. Lo que no sabía era que ese niño
vergonzoso, se convertiría en mi mejor amigo.
Son buenos recuerdos la verdad. Hoy habíamos quedado, para
ir a esa cafetería, a la misma que fuimos el día que nos conocimos.
Colin suele ser mi profesor particular de matemáticas, ya
que se le da bastante bien.
Cuando por fin llegué, lo encontré sentado en nuestra mesa
de siempre, en un rincón, al lado de una ventana con vistas a un pequeño
estanque donde antes había patos. Colin no es ese típico chico que va a la moda
o que es perfecto, para nada, Colin suele ir siempre en chándal, solamente va
en vaqueros para algo especial, por lo demás, suele ir siempre en chándal y sin
apenas peinarse. Si se sacara más partido, podría salir con muchas chicas,
desde que le conozco, apenas ha salido con chicas, aparte de mi.
-Hola preciosa.-dijo cuando me vio y me dio dos besos.
-Hola, ¿Qué tal tu primer día de uni?-dije sonriente.
-Bastante bien la verdad, he conocido a gente…
-Uuuuh, ¿alguna
chica?-dije cortándole.
-Sí..-dijo rascándose la nuca, haciendo eso, era muy
adorable.
-¿Guapa?¿Alta o baja?¿Cómo es?-empecé a abordarle con
preguntas.
-Sí, algunas eran más guapas que otras, son mis compañeras
de clase.
-Jo, yo pensé que alguna te habría marcado…-dije sonriéndole
pícaramente.
-Bueno, sí…una…pero no de ahora, hace cuatro años una niña
llamada Odet, me marcó…-empezó a decir.
-Bueno, bueno, lo sé, suelo marcar a la gente.-dije
sonriéndole ampliamente.
Después de nuestra larga charla, tuve que irme a casa,
porque tenía que hacer deporte con mi madre.
Comentarios
Publicar un comentario