![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjrkGxZaUHhMSSahrOMk0ipOQhVaGQT_lpC9etqErh9tVEBSDmXrZKXHGnb7zr07C57Eyh3tV1sNpuIOOLrwbipTNZjeUcxgqFAHBt5m9Ok7BXD3zuYMVCiJVMkAr82Fhr4zZ0N7b-n5NK/s320/58d2dac8643f2e379a4cbd964310e3a6.jpg)
Y es que al terminar el día todos volvemos a ser humanos,
con nuestros más y nuestros menos. Con nuestros problemas, con nuestras
alegrías y tristezas. Con nuestros pequeños y grandes vicios, con nuestros
miedos…
Es cierto que aún sin quererlo establecemos esa máscara en
nuestra cara, sin saberlo abrimos un muro sin puerta alguna al mundo, pero ¿por
qué? ¿por qué nos escondemos? A lo mejor por la sociedad o simplemente miedo a
ser juzgados, a la opinión del resto o que te puedan hacer daño. Pero no hay
mejor sensación que ser uno mismo, sin importar lo que digan, piensen o
inventen.
Comentarios
Publicar un comentario