Hay momentos en la vida en los que la presión puede contigo. Pero, la culpa no es completamente tuya, si no también de la estúpida sociedad que te hace caer, te hace rendirte y convertirte en lo que todos quieren que seas, convertirte en un títere más.
Las sociedad nos hace caer en esa estúpida trampa de la necesidad de ser alguien más, de sentirnos queridos, aceptados y valorados por las personas que nos rodean, aunque todos sean falsos y no nos quieran realmente.
Sentimos la necesidad de convertirte en esa chica perfecta que se maquilla cada mañana para ir a clase, esa que combina la ropa como mejor puede, esa que sigue las modas por más estúpidas que sean.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLh9afBoxKKzwV17iELaLUmuVa66C3xWzt84nHWxRpC0_eQOPDnZxSg1hJKF02zGbWGo4QO41Lr5UY2vBhpJ-nihNlyRDsxmNBKof8yttcyPwwBwwB8CYCcqAdtQMPb1DzgIzW54OOeocW/s400/hero%25C3%25ADnas.jpg)
Se espera que seamos calladas, perfectas. Se espera que tengamos una forma de actuar determinada, una forma de vestir, un carácter... y nosotras somos tan estúpidas que intentamos ser todo eso que esperan de nosotras. Y eso nos hace ser más estúpidas y dar a esa sociedad el poder para destruirnos. Aunque ya nos destruyamos nosotras mismas, las unas a las otras.
Pero, ¿y si dejamos de ser perfectas? ¿Qué pasa si comenzamos a ser nosotras mismas? ¿Qué pasaría si comenzamos a ser como siempre hemos querido ser? ¿Por qué ser como todos?
Seamos nosotras mismas.
Seamos la excepción dentro de la regla.
Vivamos como valientes heroínas y no como perfectas princesas.
Comentarios
Publicar un comentario