"Es cierto que todos y cada uno de nosotros somos prisioneros, ya sea de algún recuerdo, una mala pasada que nos acecha constantemente y solamente quiere aparecer en nuestra mente para torturarnos. También podemos ser prisioneros de un miedo, como una fobia o el temor a perder a alguien querido, a no ser conocido o reconocido por alguien o incluso podemos llegar a ser prisioneros de una decepción.
Todos estamos marcados por algo que no podemos cambiar, por algo que nos ha hecho ser tal y como somos ahora, nos guste o no.
Algunos, como yo, queremos atesorar recuerdos, guardar su esencia, para que así cuando el tiempo pase y la memoria falle recordar las diferentes etapas de nuestras vidas. Para ver como poco a poco fuimos superando aquellos obstáculos que una vez nos dijeron que no llegaríamos a pasar.
Otros en cambio son prisioneros de la sociedad que les rodea. Actúan tal y como aquellos que se encuentran a su alrededor, también copian su forma de vestir o incluso sus tatuajes, creando así clones; algunos de mejor calidad que otros. Ahora en chicos todos son tupes y barbas (esto último genial para aquellos a los que no les guste o les de pereza afeitarse), en el caso de las chicas, ahora han pasado de maquillarse como putas para tapar su cara de orco, a ir al natural, pero tan natural que algunas dais hasta miedo. Y si nos fijamos en la ropa de la mayoría, no salimos de las parkas azules o verdes, los vaqueros rajados en la rodilla y las nike air max o las adidas superstar."
Todos somos prisioneros de alguna forma, somos estúpidos y no hay remedio. Solemos actuar como los demás solamente para ser aceptados, incluso nos vestimos como ellos en ocasiones; somos estúpidos clones sin sentido. Pero así somos y no hay forma de cambiarnos, porque por más que lo intentemos siempre volvemos a lo mismo. A veces cambiar es como atravesar un puente colgante que puede romperse y caerás en el vació, es decir, en la soledad. Pero tal vez caer, será una buena opción para así poder ser la excepción y no la regla.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjylnq_12b-XyOFcvNA2Kg2gBjj35iqgxsDIWrjq1fWZ7-_RTWuHgaXbFm59KywUnjC4dqJblLPg6n21tl6KwcoiyJ14vx-DoeP-1Hwd-fUToGVqnLCwsWi3S80wIkpSWzJ7TdX2nhjZ_NB/s400/puente.jpg)
Algunos, como yo, queremos atesorar recuerdos, guardar su esencia, para que así cuando el tiempo pase y la memoria falle recordar las diferentes etapas de nuestras vidas. Para ver como poco a poco fuimos superando aquellos obstáculos que una vez nos dijeron que no llegaríamos a pasar.
Otros en cambio son prisioneros de la sociedad que les rodea. Actúan tal y como aquellos que se encuentran a su alrededor, también copian su forma de vestir o incluso sus tatuajes, creando así clones; algunos de mejor calidad que otros. Ahora en chicos todos son tupes y barbas (esto último genial para aquellos a los que no les guste o les de pereza afeitarse), en el caso de las chicas, ahora han pasado de maquillarse como putas para tapar su cara de orco, a ir al natural, pero tan natural que algunas dais hasta miedo. Y si nos fijamos en la ropa de la mayoría, no salimos de las parkas azules o verdes, los vaqueros rajados en la rodilla y las nike air max o las adidas superstar."
Todos somos prisioneros de alguna forma, somos estúpidos y no hay remedio. Solemos actuar como los demás solamente para ser aceptados, incluso nos vestimos como ellos en ocasiones; somos estúpidos clones sin sentido. Pero así somos y no hay forma de cambiarnos, porque por más que lo intentemos siempre volvemos a lo mismo. A veces cambiar es como atravesar un puente colgante que puede romperse y caerás en el vació, es decir, en la soledad. Pero tal vez caer, será una buena opción para así poder ser la excepción y no la regla.
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