Ir al contenido principal

Autodestrucción. #recopilandomomentos

¿Qué es lo que lleva a una persona a autodestruirse? Los motivos son muchos, pero podemos simplificarlos todos en una sola y simple palabra: <<odio>>, si odio a uno mismo, debido a no quererse, ni valorarse lo suficiente hasta el punto de querer autodestruirse y reducirse a nada.
El mayor causante de ese odio es la sociedad, es decir, las personas que están a nuestro alrededor. Muchas de esas personas sin darse cuenta hacen que nos infravaloremos; por lo que a la sociedad deberemos sumar nuestra poca o falta completa de autoestima. No nos infravaloraríamos si tuviéramos autoestima, suficiente confianza en nosotros mismos... por eso debemos ayudarnos los unos a los otros a tenerla, nunca quitarla.
A la sociedad, a nuestra propia autoestima, a las redes sociales, etcétera debemos sumarnos a nosotros mismos; porque cada persona, cada uno de nosotros a intentado autodestruirse de alguna forma en algún momento de su vida. Cuando me refiero a "destruirse", no me refiero a hacerlo quitándose la vida, también podemos autodestruirnos recordando, evadiendo el presente, sucumbiendo a la opinión y a las críticas destructivas de los demás que aunque no queramos aceptarlo, nos importan y mucho y sobre todo nos hacen mucho daño. Hay muchas forma de autodestruirse, ¿pero por qué hacerlo? ¿Realmente vale la pena darles la razón? No seas uno más, no caigas en esas redes y si ya has caído, no te preocupes, todavía no es tarde. Solo depende de ti.        
                                          

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las cosas que nunca te dije.

Hoy vengo a decirte aquellas cosas que nunca te dije, tal vez no lo hice por miedo o tal vez por vergüenza, quien sabe. Hay tantas cosas que no llegamos a hacer. Tal vez debería haberte dicho más veces que te apoyaba en esas decisiones tan locas y repentinas que tomabas sin ton ni son y que al rato volvías a cambiar de opinión. Tal vez debería haberte dicho que te quería, o que te quiero, que tuvieses más cuidado con lo que hacías, porque en algún momento la cosa acabaría mal. Debería de haber dejado que te fueras a la primera de cambio, debería haberme ido cuando todo comenzó a hundirse. Tal vez debería haberte dicho que tenía una fe ciega en ti, puede que no te hubieras dado cuenta, porque tú eres tan tuyo que no prestas atención al resto, que no te fijas en los pequeños detalles que se convierten en únicos. Tal vez debería haberte dicho que no te quería para que te fueras. Debería haberte dicho que odiaba esas manías tuyas, esos chistes sin sentido y que nunca venían a cuento.

El contexto.

Y  a veces no nos enamoramos de una persona en sí; si no de un contexto, de las circunstancias. De que esa persona aparezca justo en el momento en el que debemos ser salvados. Justo cuando estamos al borde del precipicio, con un pie fuera y otro dentro, a punto de caer al vacío, de perderte. Entonces esa persona llega a tu vida, con una simple sonrisa y te hace pensarte mejor las cosas. Hace todo lo que esté en su mano para poder ayudarte, para que seas tú realmente, porque esa persona quiere conocerte en todas las situaciones de tu vida, de tu día a día: feliz, riendo, bailando cuando crees que nadie te ve, cantando como una loca, tu cara cuando te da besos en el cuello, tu cara de tonta al mirarle, tu risa de niña pequeña cuando te hace cosquillas, como te maquillas (aunque te diga que estás mejor sin maquillaje), lo tranquila que estas mientras duermes y lo mala cuando te enfadas, como te pasas media hora en la ducha bajo el grifo con los ojos cerrados pensando en tus cosas, lo fea

LA VENGANZA ESTÁ ECHADA. Capítulo 2.

El día pasaba muy lento, cada pocos minutos miraba el reloj y  las clases se me hacían eternas, los minutos se dejaban caer como de un cuentagotas menos mal que a última no hay profesor y me podré ir antes a mi casa. -¿Qué tal llevas tu primer día como chica diferente?-dijo Paula mientras me abrazaba por la espalda mientras íbamos por el pasillo. -Bueno, no está mal, los profesores me miran como si fuera un alíen, y además más de uno me ha estado soltando una charla, de cómo he cambiado físicamente y de que este gran cambio en mi, puede suponer bajar mi media, pero bien.-dije riéndome. -¿Tienes hambre? Porque yo me muero, mi estómago ruge, literalmente-dijo y comenzó a reírse con esa risa de loca tan contagiosa- He tenido ahora entrenamiento, estamos ensayando mucho, a lo mejor nos presentamos a un "concurso"-dijo Paula mientras nos  encaminamos hacia el comedor, nos quedaban otras tres pesadas horas de clase por delante, para que este  precioso día de instituto acaba