Ir al contenido principal

Consejos. #recopilandomomentos

Son demasiadas las veces en las que recibimos un consejo por una persona cercana a nosotros o no, tal vez solo sea un conocido. Pero, lo cierto es que esos consejos, muchas veces no son muy bien recibidos por nosotros; porque tal vez no es el momento o porque creemos que son simples tonterías que no tienen nada que ver con nosotros. Muchas veces no nos damos cuenta de que esos consejos son dichos por personas que se preocupan por nosotros o que nos quieren o que simplemente quieren o esperan nuestra propia felicidad.

Nosotros no nos damos cuenta de eso, ni de su buena intención. Tampoco de que su consejo iba enserio; pero no te darás cuenta hasta que no recuerdes esa conversación y ese "estúpido" consejo  hasta que no estés a punto de caer o de romperte. Será entonces cuando recuerdes ese consejo, esa conversación, esa persona y el momento justo en el que te lo dijo, momento en el que te advirtió; momento que no valoraste. Pero nunca es tarde para ello, empieza a valorar esos consejos que te ofrecen las personas que te quieren, que quieren verte feliz y bien, porque son ellos los que aún sin que te des cuenta te ayudan en las buenas para cuando lleguen las malas.


Todo esto os lo digo por experiencia propia, hace tiempo me dieron un consejo, un buen y gran consejo. Pero mientras me le estaban dando me reía porque  me parecía una tontería, algo sin sentido, una broma; esa persona me dijo que en ese momento yo no me daba cuenta de las cosas, pero que ya lo comprendería con el paso del tiempo y recordaría esa conversación y sobre todo su consejo. Y qué razón tenía.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las cosas que nunca te dije.

Hoy vengo a decirte aquellas cosas que nunca te dije, tal vez no lo hice por miedo o tal vez por vergüenza, quien sabe. Hay tantas cosas que no llegamos a hacer. Tal vez debería haberte dicho más veces que te apoyaba en esas decisiones tan locas y repentinas que tomabas sin ton ni son y que al rato volvías a cambiar de opinión. Tal vez debería haberte dicho que te quería, o que te quiero, que tuvieses más cuidado con lo que hacías, porque en algún momento la cosa acabaría mal. Debería de haber dejado que te fueras a la primera de cambio, debería haberme ido cuando todo comenzó a hundirse. Tal vez debería haberte dicho que tenía una fe ciega en ti, puede que no te hubieras dado cuenta, porque tú eres tan tuyo que no prestas atención al resto, que no te fijas en los pequeños detalles que se convierten en únicos. Tal vez debería haberte dicho que no te quería para que te fueras. Debería haberte dicho que odiaba esas manías tuyas, esos chistes sin sentido y que nunca venían a cuento.

El contexto.

Y  a veces no nos enamoramos de una persona en sí; si no de un contexto, de las circunstancias. De que esa persona aparezca justo en el momento en el que debemos ser salvados. Justo cuando estamos al borde del precipicio, con un pie fuera y otro dentro, a punto de caer al vacío, de perderte. Entonces esa persona llega a tu vida, con una simple sonrisa y te hace pensarte mejor las cosas. Hace todo lo que esté en su mano para poder ayudarte, para que seas tú realmente, porque esa persona quiere conocerte en todas las situaciones de tu vida, de tu día a día: feliz, riendo, bailando cuando crees que nadie te ve, cantando como una loca, tu cara cuando te da besos en el cuello, tu cara de tonta al mirarle, tu risa de niña pequeña cuando te hace cosquillas, como te maquillas (aunque te diga que estás mejor sin maquillaje), lo tranquila que estas mientras duermes y lo mala cuando te enfadas, como te pasas media hora en la ducha bajo el grifo con los ojos cerrados pensando en tus cosas, lo fea

LA VENGANZA ESTÁ ECHADA. Capítulo 2.

El día pasaba muy lento, cada pocos minutos miraba el reloj y  las clases se me hacían eternas, los minutos se dejaban caer como de un cuentagotas menos mal que a última no hay profesor y me podré ir antes a mi casa. -¿Qué tal llevas tu primer día como chica diferente?-dijo Paula mientras me abrazaba por la espalda mientras íbamos por el pasillo. -Bueno, no está mal, los profesores me miran como si fuera un alíen, y además más de uno me ha estado soltando una charla, de cómo he cambiado físicamente y de que este gran cambio en mi, puede suponer bajar mi media, pero bien.-dije riéndome. -¿Tienes hambre? Porque yo me muero, mi estómago ruge, literalmente-dijo y comenzó a reírse con esa risa de loca tan contagiosa- He tenido ahora entrenamiento, estamos ensayando mucho, a lo mejor nos presentamos a un "concurso"-dijo Paula mientras nos  encaminamos hacia el comedor, nos quedaban otras tres pesadas horas de clase por delante, para que este  precioso día de instituto acaba