Son demasiadas las veces en las que recibimos un consejo por una persona cercana a nosotros o no, tal vez solo sea un conocido. Pero, lo cierto es que esos consejos, muchas veces no son muy bien recibidos por nosotros; porque tal vez no es el momento o porque creemos que son simples tonterías que no tienen nada que ver con nosotros. Muchas veces no nos damos cuenta de que esos consejos son dichos por personas que se preocupan por nosotros o que nos quieren o que simplemente quieren o esperan nuestra propia felicidad.
Nosotros no nos damos cuenta de eso, ni de su buena intención. Tampoco de que su consejo iba enserio; pero no te darás cuenta hasta que no recuerdes esa conversación y ese "estúpido" consejo hasta que no estés a punto de caer o de romperte. Será entonces cuando recuerdes ese consejo, esa conversación, esa persona y el momento justo en el que te lo dijo, momento en el que te advirtió; momento que no valoraste. Pero nunca es tarde para ello, empieza a valorar esos consejos que te ofrecen las personas que te quieren, que quieren verte feliz y bien, porque son ellos los que aún sin que te des cuenta te ayudan en las buenas para cuando lleguen las malas.
Todo esto os lo digo por experiencia propia, hace tiempo me dieron un consejo, un buen y gran consejo. Pero mientras me le estaban dando me reía porque me parecía una tontería, algo sin sentido, una broma; esa persona me dijo que en ese momento yo no me daba cuenta de las cosas, pero que ya lo comprendería con el paso del tiempo y recordaría esa conversación y sobre todo su consejo. Y qué razón tenía.
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