Todo en nosotros son prisas, nos despertamos y rápidamente nos preparamos de cualquier forma para llegar a clase o al trabajo... de camino tratamos de ir deprisa y cuando por algún momento eso no se puede, nos frustra.
Cuando más bien tarde que pronto llegamos, queremos que nuestra jornada pase rápida, para poder hacer lo que nos gusta o simplemente no hacer nada. Y para volver a casa, pues con más prisas todavía.
Estamos convirtiéndonos en unos controladores del tiempo que nunca quieren agotarlo y por eso mismo quieren hacer todo en menos tiempo. Pero este pasa, aun sin que nos demos cuenta tanto para bien, como para mal y nosotros con nuestra estúpida prisa pasamos por desapercibido el más pequeño y mágico de los detalles que podemos tener en nuestra vida cotidiana. ¿Cuánto tiempo hace que no te paras a contemplar una puesta de sol? ¿Has salido a ver el cielo una noche cualquiera? ¿Te has parado a pensar en el poco tiempo que dedicas a los tuyos? ¿Hace cuanto tiempo no te paras para relajarte y hacer algo que te guste?
Tal vez mucho o poco, quién sabe, pero por lo general ya poca gente es la que lo hace, todos tenemos prisas para todo; incluso para el amor. La gente ya no se toma tiempo en enamorar a otra persona, la gente ya no tiene esos pequeños detalles que de alguna forma marcan la diferencia.
Las personas tienen prisas para todo, algunos tienen tantas ansias por vivir tantas y tan diferentes experiencias, que no se dan cuenta de que no hace falta gastar todos los cartuchos de golpe. Aunque es cierto que la vida es corta y en algunos casos demasiado, pero no por ello debemos precipitar las cosas, es preciso dejas las cosas fluir y que todo pase a su debido tiempo, con calma.
Cuando más bien tarde que pronto llegamos, queremos que nuestra jornada pase rápida, para poder hacer lo que nos gusta o simplemente no hacer nada. Y para volver a casa, pues con más prisas todavía.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuWcr_JzQrK7VY4p4bf3RQTi_S3PrNi7tvy1MO9xxbhsMO0zaJw12hCJH91Ye_1JWE2JWvGWxvdsfU0HyX-fVsrKHfuEE1c4GHZ6VNRWPssGV1kKAx9leSZhqSlbhJdgTJ3FMYiFxJgq3U/s320/people.gif)
Tal vez mucho o poco, quién sabe, pero por lo general ya poca gente es la que lo hace, todos tenemos prisas para todo; incluso para el amor. La gente ya no se toma tiempo en enamorar a otra persona, la gente ya no tiene esos pequeños detalles que de alguna forma marcan la diferencia.
Las personas tienen prisas para todo, algunos tienen tantas ansias por vivir tantas y tan diferentes experiencias, que no se dan cuenta de que no hace falta gastar todos los cartuchos de golpe. Aunque es cierto que la vida es corta y en algunos casos demasiado, pero no por ello debemos precipitar las cosas, es preciso dejas las cosas fluir y que todo pase a su debido tiempo, con calma.
Comentarios
Publicar un comentario