Ir al contenido principal

UN AÑO EN BLOGGER.

¡Hola mis perdidos lectores! ¿Qué tal? ¿Cómo va eso? Espero que genial, yo estoy muy contenta, porque hoy cumplimos un añito, ¿genial,verdad? Hacemos un año juntos, como una gran familia que crece cada vez más y se expande a más países.
Debo deciros que nunca pensé que esto llegara tan lejos. Como ya os dije ayer, esto comenzó siendo secreto, una página en la que escribía para desahogarme sin más. Pero con el paso del tiempo me he ido dando cuenta de que era un tanto injusto pediros colaboración, cuando yo misma no colaboraba al 100%. Llevaba mucho tiempo pensándolo y hasta que una personita muy especial para mi no me dio un pequeño empujón, no comencé a subiros fotos de mi misma, para así presentarme y que vosotros me conocierais.
Me costaba hacerlo a pesar de que lo quisiera hacer, ¿la razón? La gente es muy mala y le gusta hacer daño a los demás por simple diversión. Por esa misma razón oculté esta página aunque las personas más cercanas a mi sí sabían de su existencia. ¿Pero sabéis qué? Me da igual lo que puedan llegar a decir o pensar de mi o de esto. Esta entrada también la voy a compartir en mis redes sociales y sé que habrá personas que entren aquí por el simple hecho de cotillear, de encontrar algo de lo que reírse o simplemente hablar sin saber. Pero eso es algo bueno, algo que me conviene porque las veces que ellos entren, será una visita más que a mí me beneficia.
Llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo y no era capaz, pero ahora mismo sí quiero hacerlo, porque no me importa qué podrán decir, que miren todo lo que quieran mirar; porque ahora mismo yo soy feliz, ahora mismo tengo todo aquello que cualquiera pudiera desear y sobre todo estoy rodeada de personas que me quieren y me apoyan y me han llevado a publicar esto.
Bueno mis perdidos lectores, no os molesto más y os dejo aquí la dirección de mi Twitter @Patry6_6 y de mi instagram @Patry6_6

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las cosas que nunca te dije.

Hoy vengo a decirte aquellas cosas que nunca te dije, tal vez no lo hice por miedo o tal vez por vergüenza, quien sabe. Hay tantas cosas que no llegamos a hacer. Tal vez debería haberte dicho más veces que te apoyaba en esas decisiones tan locas y repentinas que tomabas sin ton ni son y que al rato volvías a cambiar de opinión. Tal vez debería haberte dicho que te quería, o que te quiero, que tuvieses más cuidado con lo que hacías, porque en algún momento la cosa acabaría mal. Debería de haber dejado que te fueras a la primera de cambio, debería haberme ido cuando todo comenzó a hundirse. Tal vez debería haberte dicho que tenía una fe ciega en ti, puede que no te hubieras dado cuenta, porque tú eres tan tuyo que no prestas atención al resto, que no te fijas en los pequeños detalles que se convierten en únicos. Tal vez debería haberte dicho que no te quería para que te fueras. Debería haberte dicho que odiaba esas manías tuyas, esos chistes sin sentido y que nunca venían a cuento.

El contexto.

Y  a veces no nos enamoramos de una persona en sí; si no de un contexto, de las circunstancias. De que esa persona aparezca justo en el momento en el que debemos ser salvados. Justo cuando estamos al borde del precipicio, con un pie fuera y otro dentro, a punto de caer al vacío, de perderte. Entonces esa persona llega a tu vida, con una simple sonrisa y te hace pensarte mejor las cosas. Hace todo lo que esté en su mano para poder ayudarte, para que seas tú realmente, porque esa persona quiere conocerte en todas las situaciones de tu vida, de tu día a día: feliz, riendo, bailando cuando crees que nadie te ve, cantando como una loca, tu cara cuando te da besos en el cuello, tu cara de tonta al mirarle, tu risa de niña pequeña cuando te hace cosquillas, como te maquillas (aunque te diga que estás mejor sin maquillaje), lo tranquila que estas mientras duermes y lo mala cuando te enfadas, como te pasas media hora en la ducha bajo el grifo con los ojos cerrados pensando en tus cosas, lo fea

LA VENGANZA ESTÁ ECHADA. Capítulo 2.

El día pasaba muy lento, cada pocos minutos miraba el reloj y  las clases se me hacían eternas, los minutos se dejaban caer como de un cuentagotas menos mal que a última no hay profesor y me podré ir antes a mi casa. -¿Qué tal llevas tu primer día como chica diferente?-dijo Paula mientras me abrazaba por la espalda mientras íbamos por el pasillo. -Bueno, no está mal, los profesores me miran como si fuera un alíen, y además más de uno me ha estado soltando una charla, de cómo he cambiado físicamente y de que este gran cambio en mi, puede suponer bajar mi media, pero bien.-dije riéndome. -¿Tienes hambre? Porque yo me muero, mi estómago ruge, literalmente-dijo y comenzó a reírse con esa risa de loca tan contagiosa- He tenido ahora entrenamiento, estamos ensayando mucho, a lo mejor nos presentamos a un "concurso"-dijo Paula mientras nos  encaminamos hacia el comedor, nos quedaban otras tres pesadas horas de clase por delante, para que este  precioso día de instituto acaba