Tengo algo que contarte, algo que posiblemente ya te haya dicho muchas veces, algo que probablemente después de tantas mentiras ya no te creas.
Pero ya puedo decirte que estoy bien y esta vez de verdad, completamente en serio. Llega un punto en el que te das cuenta de que lo que pasa no es tan malo, son simples lecciones por las que cada persona debe pasar, tarde o temprano. Es entonces cuando comprendes que la vida con simples rachas, ya sean buenas o malas, que la vida se compone de buenos y malos momentos; tal vez los malos a veces llegan a ser muy malos y los buenos pueden ser excelentes, pero nada de eso es eterno porque todo cambia y pasa en una milésima de segundo aunque no nos demos cuenta de ello.
He reconocido gente que ya conocía y he llegado a desconocer a otros, pues me di cuenta de que no tienen nada bueno que aportarme; mientras que yo alejaba a otras personas de mi vida sin darme cuenta de que tienen muchas cosas que enseñarme.
Si os soy sincera, creo que las personas tienen más de una vida, pero no me refiero con esto a que se reencarnen y esas cosas, no. Me refiero a que todos y cada uno de nosotros vivimos como mejor podemos hasta que nos damos cuenta de que somos nosotros mismos quienes tenemos el poder de decidir que es lo que debe pasar en cada momento en nuestra vida, hasta que nos damos cuenta de que la vida es una sola y que pasa volando, puede que muchas personas lleguen a darse cuenta demasiado tarde para eso, pero nunca es tarde para cambiar.
Debo de admitir que he comenzado a vivir una vida nueva, en la que el centro soy yo y soy yo misma la que decide hasta donde y de que forma quiere llegar.
Y es que tengo algo que contarte: me he dado cuenta de que vuelvo a ser feliz, pero esta vez en serio y esta vez por mi.
Pero ya puedo decirte que estoy bien y esta vez de verdad, completamente en serio. Llega un punto en el que te das cuenta de que lo que pasa no es tan malo, son simples lecciones por las que cada persona debe pasar, tarde o temprano. Es entonces cuando comprendes que la vida con simples rachas, ya sean buenas o malas, que la vida se compone de buenos y malos momentos; tal vez los malos a veces llegan a ser muy malos y los buenos pueden ser excelentes, pero nada de eso es eterno porque todo cambia y pasa en una milésima de segundo aunque no nos demos cuenta de ello.
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Si os soy sincera, creo que las personas tienen más de una vida, pero no me refiero con esto a que se reencarnen y esas cosas, no. Me refiero a que todos y cada uno de nosotros vivimos como mejor podemos hasta que nos damos cuenta de que somos nosotros mismos quienes tenemos el poder de decidir que es lo que debe pasar en cada momento en nuestra vida, hasta que nos damos cuenta de que la vida es una sola y que pasa volando, puede que muchas personas lleguen a darse cuenta demasiado tarde para eso, pero nunca es tarde para cambiar.
Debo de admitir que he comenzado a vivir una vida nueva, en la que el centro soy yo y soy yo misma la que decide hasta donde y de que forma quiere llegar.
Y es que tengo algo que contarte: me he dado cuenta de que vuelvo a ser feliz, pero esta vez en serio y esta vez por mi.
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