Ir al contenido principal

Pensamientos. #recopilandomomentos

¿Sabéis? Durante este tiempo he estado reflexionando y he llegado a una GRAN conclusión: "no debes creerte todo lo que piensas", ya que tu mente a veces te traiciona y te hace creer algo que no es cierto. Porque la mente es un instrumento soberbio si se usa correctamente, pero si se usa de forma incorrecta se vuelve muy destructiva.
Yo soy ese tipo de personas que cree que todo está en la mente, creo que la mente es capaz de controlar todo lo que hay a tu alrededor, todo aquello que te sucede. Solo debes saber como utilizar tu mente. Aunque hay ocasiones en las que te confunde y te hace creer algo que no es. Por esa razón no debes fiarte de tu mente, porque la mayor parte del tiempo no te ayuda a mejorar las cosas, si no que las empeora, no te hace olvidar si no recordar... Hay tantas cosas que tu propia mente puede hacer contra ti.
Tal vez por esa razón debas dejarte de guiar por una pequeña e insignificante parte que hay en tu mente, un aparte muy alejada, una parte no contaminada, esa parte que a mi tanto me encanta de cada persona, esa parte que de alguna forma nos define (sin limitarnos), esa parte a la que yo llamo impulsos.
                                       
No estaría mal que de vez en cuando abramos los ojos, para poder ver si eso en lo que pensamos puede ser cierto o no, para darnos cuenta de si nuestra mente nos está engañando. Solo debes ver lo que tu mente piensa y saber si es bueno o malo, pero no le hagas caso a esos pensamientos, no dejes que tu mente decida por ti, sé tú el dueño de tu vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las cosas que nunca te dije.

Hoy vengo a decirte aquellas cosas que nunca te dije, tal vez no lo hice por miedo o tal vez por vergüenza, quien sabe. Hay tantas cosas que no llegamos a hacer. Tal vez debería haberte dicho más veces que te apoyaba en esas decisiones tan locas y repentinas que tomabas sin ton ni son y que al rato volvías a cambiar de opinión. Tal vez debería haberte dicho que te quería, o que te quiero, que tuvieses más cuidado con lo que hacías, porque en algún momento la cosa acabaría mal. Debería de haber dejado que te fueras a la primera de cambio, debería haberme ido cuando todo comenzó a hundirse. Tal vez debería haberte dicho que tenía una fe ciega en ti, puede que no te hubieras dado cuenta, porque tú eres tan tuyo que no prestas atención al resto, que no te fijas en los pequeños detalles que se convierten en únicos. Tal vez debería haberte dicho que no te quería para que te fueras. Debería haberte dicho que odiaba esas manías tuyas, esos chistes sin sentido y que nunca venían a cuento.

El contexto.

Y  a veces no nos enamoramos de una persona en sí; si no de un contexto, de las circunstancias. De que esa persona aparezca justo en el momento en el que debemos ser salvados. Justo cuando estamos al borde del precipicio, con un pie fuera y otro dentro, a punto de caer al vacío, de perderte. Entonces esa persona llega a tu vida, con una simple sonrisa y te hace pensarte mejor las cosas. Hace todo lo que esté en su mano para poder ayudarte, para que seas tú realmente, porque esa persona quiere conocerte en todas las situaciones de tu vida, de tu día a día: feliz, riendo, bailando cuando crees que nadie te ve, cantando como una loca, tu cara cuando te da besos en el cuello, tu cara de tonta al mirarle, tu risa de niña pequeña cuando te hace cosquillas, como te maquillas (aunque te diga que estás mejor sin maquillaje), lo tranquila que estas mientras duermes y lo mala cuando te enfadas, como te pasas media hora en la ducha bajo el grifo con los ojos cerrados pensando en tus cosas, lo fea

LA VENGANZA ESTÁ ECHADA. Capítulo 2.

El día pasaba muy lento, cada pocos minutos miraba el reloj y  las clases se me hacían eternas, los minutos se dejaban caer como de un cuentagotas menos mal que a última no hay profesor y me podré ir antes a mi casa. -¿Qué tal llevas tu primer día como chica diferente?-dijo Paula mientras me abrazaba por la espalda mientras íbamos por el pasillo. -Bueno, no está mal, los profesores me miran como si fuera un alíen, y además más de uno me ha estado soltando una charla, de cómo he cambiado físicamente y de que este gran cambio en mi, puede suponer bajar mi media, pero bien.-dije riéndome. -¿Tienes hambre? Porque yo me muero, mi estómago ruge, literalmente-dijo y comenzó a reírse con esa risa de loca tan contagiosa- He tenido ahora entrenamiento, estamos ensayando mucho, a lo mejor nos presentamos a un "concurso"-dijo Paula mientras nos  encaminamos hacia el comedor, nos quedaban otras tres pesadas horas de clase por delante, para que este  precioso día de instituto acaba